Ciudad de Manaus

Manaus es la ciudad más poblada de la región amazónica y durante la fiebre del caucho llegó a ser una de las más prosperas de América del Sur. Después de aquel momento de bonanza, importantes inmuebles fueron abandonados y saqueados, entre ellos el teatro Amazonas. Con gran esfuerzo se renovó el teatro, pero más allá de los límites de la plaza principal la ciudad ha sido retomada por la maleza.

 

Teatro Amazonas en Manaus

 

Manaus es una anciana amazonas que vive de la gloria de su pasado,

que disfrutó de los favores de poderosos magnates cuando fue joven,

de extranjeros y aquellos que intentaban borrar su historia personal,

y ahora ya cansada, con exceso de peso y desfigurada por el tiempo,

se extiende por horas hablando sobre veladas en palacetes y mansiones.

 

Ella no era una prostituta cualquiera sino una elegante acompañante,

que gustaba del teatro, la ópera, el ballet y tuvo una formación musical,

revestía con exquisitas telas y finas maderas sus conspicuos aposentos,

los «verdaderos» espejos con marcos recubiertos de oro ¿qué le dirán?,

¿le dirán que la belleza es una valiosa moneda que se deprecia rápidamente?

 

Aprendió a hablar francés y a utilizar los cubiertos, apreciaba el buen vino.

Ya no era açai, mandioca o pirarucu, ahora sólo chocolate, pan y bacalhao.

Un delirio de grandeza de enorme proporción, no conocía su origen,

se le olvidó su lengua materna y no podía comunicarse con los suyos.

Disponía de luz eléctrica y en Europa lavaban sus ropas ¡creía estar en París!

 

Pensó que sería eterna y ahora le es difícil mantenerse en la vejez,

a veces eso significa la atención a clientes por algunas monedas.

Los hay que, sintiéndose dueños, le escupen y orinan encima de ella.

Otros alcoholizados se quedan a dormir en el suelo, hasta que despiertan

al sofocante calor del día siguiente, sólo para percatarse del engaño

¡Han vejado y violado a su envejecida madre!

 

La han ultrajado y robado las pocas joyas que había evitado empeñar.

Las columnas de los inmuebles que aún se sostienen no son más de mármol,

ahora el cemento ha sido pintado simulando aquella piedra de Carrara.

Como si Manaus quisiera maquillar con yeso las grietas de su rostro,

no puede fingir el declive provocado por el olvido, las décadas de hambruna,

las cicatrices de las golpizas propinadas por hombres venidos a menos.

 

Magníficos edificios han sido retomados por las raíces del manglar.

Belem e Iquitos -las hermanas de Manaus- corrieron similar suerte.

El reino del caucho ha sido devorado por la interminable selva,

territorio que a su vez ha dado lugar a las infinitas fincas ganaderas,

plantaciones de soya y palmito… Es ahora el turno de las nietas de Manaus.

 

Academia Paraense de Letras en Belem

 

Edificio desconocido en las calles de Belem

 

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