La Política Revolucionaria Mexicana en las Historietas: Entrevista con Daniela MacGregor Sevilla sobre el Rol de las Historietas en el Sistema Educativo Posrevolucionario

Daniela MacGregor Sevilla presentará su ponencia «The Heroics of Education in Post-Revolutionary Mexico: ‘El Chamaco’ in ‘El maestro mexicano’ (1944)» este sábado como parte del Texas Comic Arts and Cultures Conference y Texas Comicon en San Antonio. Su presentación será parte de un panel titulado «The Cultures of Latin American Comics and Graphic Novels: From the Río Bravo to the Cono Sur.»
Daniela contestó unas preguntas sobre su presentación y sus investigaciones en México para que tuviéramos un preview de su ponencia.

 

Sam Cannon: Tu presentación explora el rol de los cómics en la formación de la nación mexicana después de la revolución de 1910, ¿cómo ves que los cómics hayan sido un instrumento para el gobierno revolucionario?

Daniela MacGregor Sevilla: Después de la revolución el gobierno se interesó principalmente en mejorar y modernizar el sistema económico y educativo. Aunque ambos proyectos resultaron problemáticos la creación de la Secretaría de Educación Pública y la campaña contra el analfabetismo crearon un gran sector de lectores de clase media y baja que antes no existía en el país. Para la educación la causa principal era crear trabajadores para el sector industrial y agrícola que pudiesen liar con los cambios que causaba el desarrollo de una sociedad “moderna”. Para los nuevos lectores los comics proveían la visión ideal de lo que sería o debería ser la vida dentro de esa nueva sociedad.

SC: ¿Cómo llegaste a leer «Chamaco»? Un cómic de los años 40.

DMS: Pasé el verano pasado en el D.F. haciendo investigación sobre la revista de los años 30 titulada El Maestro Rural en el Archivo General de la Nación donde tienen todos los documentos de la Secretaria de Educación Pública. Buscando más material de la época posrevolucionaria pasé a la Hemeroteca de la UNAM donde encontré el archivo de Pépin y Chamaco que tienen allí. Cuando descubrí que una entrega se llamaba “El Maestro Rural” no pude resistir la tentación de ver como este personaje tan elogiado por el gobierno de la época se representaba en una historieta (o cómic).

SC: Entre los cómics que conoces ¿has encontrado un cómic o personaje que no refuerza las ideologías del gobierno mexicano? ¿Cuál personaje es tu anti-héroe preferido y por qué?

DMS: No he tenido la oportunidad de ir más allá del archivo de Pepín y Chamaco y en estos cómics es difícil encontrar alguna ideología que vaya en contra de los dictámenes del estado ya que eran censurados, o como indican las página de Chamaco publicados por la misma Secretaría de Educación Pública (SEP)

SC: Sé que te interesa la política de la educación en México, ¿cómo crees que los cómics apoyan o subviertan esta política?

DMS: Apoyaban el trabajo de la SEP al crear visiones de ciudadanos ejemplares que podrían servir como modelo para sus lectores quienes eran en su mayoría mujeres y hombres adultos quienes estaban entrando al ámbito del trabajo para el cual la educación les supuestamente había preparado. Los cómics presentaban como se debería vestir y comportar un joven dentro del ambiente urbano, y de cierta medida en el rural también. En los años 40 la SEP controlaba la producción de Chamaco y por eso es difícil encontrar una subversión del proyecto educativo. Pero igual que se veía en el proyecto educativo hubo momentos de negociación entre la tradición y el México moderno que pensaban crear. Igual que la nueva educación pública que se llamaba socialista (y por eso laica o abiertamente anti-religiosa) los cómics causaban problemas con los sectores Católicos conservadores que los veían como un peligro contra la moral de la población.

SC: ¿Nos puedes recomendar unas lecturas interesantes sobre los cómics mexicanos y los programas nacionales de la educación?

DMS: Un libro súper interesante sobre los comics en México desde el primer cómic de 1934 a 1976 es el de Anne Rubenstein, Bad Language, Naked Ladies, and Other Threats to the Nation. Explica como los cómics contribuyeron a la transformación cultural posrevolucionaria y su impacto en la política nacional. La introducción de Cultural Politics in Revolution (La política cultural en la revolución – en español) de Mary Kay Vaughan ofrece una buena explicación del impacto del programa educativo en los años 30 y 40.

SC: ¿Por qué crees que el cómic sea un medio de comunicación importante para México, como medio de difusión de ideología nacional o como método de resistencia?

DMS: Porque es accesible para todos. Cuando salieron por primera vez los cómics costaban entre 5 y 10 centavos. Se escribían para un público inmenso de lectores de diferentes clases sociales. No solamente eso pero los creadores de los cómics se hacían parte de los mismos cómics (apareciendo con su foto) e invitaban a sus lectores a participar con sus propios cuentos. Así reflejaban la vida real de sus lectores pero a través del filtro de sus editores y creadores mientras que pretendían la verosimilitud. La resistencia aparece de parte de los lectores quienes pueden en su propia lectura criticar o admirar los personajes que allí encuentran. Y siempre se encuentra la crítica y la resistencia en la burla. Aunque no se ve en la entrega que voy a presentar que es un simple melodrama, la burla sirve como una crítica social de las normas y se encuentra en los episodios de “Los Super-locos”, “Los Supermachos”, y “Los Supersabios” que, como sugieren en sus títulos, juegan con la hipérbole.

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